El tamaño natural del mercado está fuera de su control y no hay nada que pueda hacer al respecto. Sin embargo sí que se puede hacer algo con la competencia.
Imaginemos una empresa en un mercado sin competidores: un monopolio. Esta empresa está en una situación que le permite imponer las condiciones de sus operaciones, puede encontrar mercados cuándo y dónde quiera, puede producir lo que se le antoje y cuándo se le antoje y no tiene problemas para reponer sus recursos. Esta empresa puede obligar a sus compradores a comprar más y con mayor frecuencia, puede establecer sus beneficios alterando los precios y condiciones de pago y decidir cuánto va a producir, con qué calidad, a qué coste y cuándo lo va a entregar.
Es posible que usted esté pensandoque todo est no es muy real. La mayor parte de las empresas exportadoras de los países en vías de desarrollo empiezan a exportar a partir de un pedido no solicitado. Es decir, el comprador simplemente se aparece por la empresa o se le conoce en una feria comercial. Es posible que el comprador aporte el diseño y demás requerimientos de materias primas de su elección. Es posible que den instrucciones precisas de para cuándo y dónde quieren los bienes así como las condiciones de pago. Algunos hasta introducirán a sus propio personal en la empresa de calidad de consultores, expertos, etc. Resumiendo, como consecuencia de lo anterior muchas de las emrpesas de los países en vías carecen de iniciativa y sus departamentos financieros aceptan los términos que les fijan. Es posible que usted haya oído que esta es la manera que debe ser para que usted se puede convertir en un jugador global. Nosotros no estamos de acuerdo con esta afirmación, de hecho la encontramos contraria al buen criterio de negocio.
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