Además de separa el proceso de negocio de la gestión empresarial, el BMS diferencia "lo que hace" el gerente de "como lo hace." El BMS se ocupa del "que" y no del "cómo". Dos gerentes pueden hacer las "mismas cosas" de distinta "manera" en que se deben hacer las cosas, eso se deja a la elección del gerente. Sin embargo, el BMS analiza cuidadosamente "las cosas" que hay que hacer."Las cosas" que debe hacer un gerente se denominan actividades en el BMS. Las actividades se agrupan de acuerdo a diferentes criterios y se donominan grupos de actividades.
A diferencia de las tareas, las actividades gerenciales incluídas en el BMS no representan todas las actividades posibles, y además estas actividades se superponen. Sin embargo, esto no supone un problema a la hora de diseñar estrategias, desarrollar las capacidades del negocio o llevar a cabo transacciones. Lo único que tiene que hacer el gerente es decidir cómo implementar las sugerencias del BMS teniendo en cuenta su tipo de negocio, el entorno y su estilo de gestión.
Cuando usted conduce un vehículo tiene una idea muy precisa de cual es su objetivo: usted dirige a alguna parte. Este lugar puede que se encuentre lejos o cerca pero la cuestión es que usted sabe a dónde se dirige y cuándo quiere estar en ese lugar ya que además tiene una idea aproximada de la duración del viaje. La conducción de un vehículo para llegar a un determinado lugar es una tarea bastante precisa en la que la mayor parte de variables está bajo control y se dispone de abundante información. En la gestión del negocio las cosas no siempre están claras.
Lo más importante es saber hacia dónde quiere dirigirse. El fin último del negocio se ha expresado de infidad de maneras: "maximizacion de beneficios", "maximizacion del valor de los accionistas', etc. Sin embargo, en este manual exploraremos brevemente el debate sobre cual es la meta de un negocio; en cualquier caso el "el fun último del negocio": la meta.
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